Importante debate sobre el libro de Claudio Katz
"El porvenir del socialismo"
Con la presencia de más de 150 personas que desbordaron la sala de conferencias Rosa Luxemburgo del Instituto de Pensamiento Socialista Karl Marx, se realizó un debate entre Claudio Katz (EDI), Andrés Romero (Herramienta) y Christian Castillo. En la charla se presentó el libro El Porvenir del Socialismo , escrito por Katz quien afirmó: escribí este libro para incentivar un debate entre socialistas (...) El punto de partida del texto es que no es deseable el capitalismo, tenemos que discutir (...) el proyecto de nuestra clase social, un proyecto de los oprimidos, un proyecto socialista. Y mientras exista el capitalismo, la explotación, la competencia y la crisis, sea necesario luchar por el socialismo y la función del libro es discutir este proyecto socialista .
El libro parte de la premisa de que una vez derrotado el capitalismo, la sociedad no se transforma directamente en socialista, sino que para llegar a ello es necesaria una transición, luego de la cual se llegaría al comunismo, El futuro comunista depende, como es conocido, de un proceso previo de socialización es decir de un traspaso de la gestión mercantil a la gestión planificada, con formas crecientes de autoadministración popular, esto es el socialismo , afirmó el autor. En este sentido la discusión gira alrededor del escenario de que dicha transición se de inicialmente en países periféricos, lo que, dado el bajo desarrollo de las fuerzas productivas, significaría que dicha transición duraría muchos años. Katz propone discutir un proyecto donde Trotsky señaló la posibilidad de concebir la transición como una combinación de un plan rector, de una planificación económica como elemento económico central, un mercado complementario verificador, de desenvolvimiento del plan y la democracia socialista como sostén .
Algunos de los puntos de debate En relación a la caracterización sobre los estados del tipo de la Unión Soviética o de Europa Oriental, Katz afirmó que mi opinión es que no eran socialistas, aunque en muchas de sus experiencias, incluyeron elementos de socialismo, casi todos incluyeron fuertes elementos de socialismo en distintos períodos, no eran como en un momento se supuso, regímenes de capitalismo de estado porque no incluían los tres componentes del capitalismo, propiedad privada de los medios de producción, mercado laboral de la fuerza de trabajo y mercados. (...) me inclino por una caracterización de formaciones burocráticas, no estados burocráticos, no estados obreros burocratizados .
Andrés Romero se mostró solidario con dicha posición, coincido en lo esencial también con la caracterización que hace sobre la naturaleza de estos estados o formaciones sociales porque me parece que acierta en destacar que fueron formaciones sociales en las que bajo formas distintas, imprevistas, diversas, se recreó o subsistió la explotación . Manifestó, sin embargo, algunas discrepancias al señalar que A mi juicio en estas sociedades los mecanismos del fetichismo de la mercancía siguieron marcando el conjunto de la economía y el conjunto de la sociedad, aunque sea con formas diversas del capitalismo (...) el salario subsistió en estas formaciones sociales, es decir que el trabajador seguía vendiendo su fuerza de trabajo a quienes administraban los medios de producción y por eso justamente los alcances de la ley del valor van mucho más allá de lo que el libro admite . A su vez Romero cuestionó la definición de transición larga hacia el socialismo: Tiene un inconveniente plantear la cosa así (...) que es que las contradicciones en el capitalismo y el imperialismo a nivel mundial alcanzaron una virulencia y una gravedad sin precedentes, que no es seguro que la humanidad disponga la posibilidad de siglos de transición , y reafirmó el pronóstico alternativo de socialismo o barbarie .
Castillo, por su parte, polemizó tanto con Katz como con Romero respecto a que la conceptualización de formaciones burocráticas para la URSS, China, los países de Europa Oriental, Cuba, etc., fuese una superación del planteo de León Trotsky (quien afirmaba que la URSS era un estado obrero deformado). Afirmó que Stalin y sus sucesores se valieron de distintos regímenes para mantener el dominio de la burocracia (...), pero no cambió el tipo de estado , que siguió siendo obrero burocrático hasta el comienzo de la restauración capitalista de los 90 . Dijo también que la definición trotskista de estados obreros degenerados y deformados estaba ligada a la perspectiva de la revolución política, una posición que se correspondió con la dinámica que tuvieron los levantamientos antiburocráticos de la posguerra , en referencia a los levantamientos en Berlín en 1953, Hungría y Polonia en 1956, Checoslovaquia en 1968 o Polonia en 1980-82. Insistió en la ventaja de esta perspectiva frente a las posiciones programáticas sostenidas por los otros dos tipos de interpretaciones vigentes en el campo antiestalinista: la que
ponía el eje en el totalitarismo soviético y lo consideraba una nueva forma de explotación del mismo tipo o peor que la capitalista (...) y la visión deutscheriana 1 que apostaba a la autorreforma de la burocracia . En función de esto, planteó que si se quería ir más allá de un debate de historiadores la discusión sobre la definición de estos estados.
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