El dirigente libio Muamar Gadafi afirmó que los bombardeos de la OTAN no lo alcanzarán, en un breve mensaje audio difundido el viernes por la noche, poco después de que Italia mencionara la posibilidad de que estuviera herido y huyendo.
"Voy a decirles que sus bombardeos no me alcanzarán porque millones de libios me llevan en su corazón", dijo a la OTAN el cuestionado dirigente en un mensaje difundido por la televisión de Estado.
Dos fuertes explosiones fueron escuchadas el viernes por la noche al este de Trípoli, que era sobrevolada por aviones, indicaron testigos. Se veía salir humo de uno de los sitios atacados, según testigos.
El jueves por la mañana, ataques aéreos de la OTAN alcanzaron el vasto complejo residencial de Muamar Gadafi en Trípoli, causando tres muertos, entre ellos dos periodistas, y 27 heridos, según el "balance oficial" comunicado por un responsable gubernamental.
La OTAN, que tomó a fines de marzo el comando de la coalición internacional, afirmó el viernes que los golpes que ha asestado en los últimos tres días a las fuerzas leales del coronel Gadafi las han afectado seriamente.
El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Franco Frattini, estimó el viernes que el dirigente libio Muamar Gadafi posiblemente esté herido y huyendo, lo que fue desmentido por el régimen, mientras que los dirigentes rebeldes continúan su ofensiva diplomática para ganar en legitimidad.
Frattini juzgó "creíbles" las declaraciones del obispo de Trípoli de que el líder libio Muamar Gadafi "se encuentra probablemente fuera de la capital y herido".
El ministro italiano precisó sin embargo que su gobierno no dispone de "ningún elemento sobre la suerte actual de Gadafi" y estimó que las presiones internacionales están provocando "el desmoronamiento del régimen desde el interior".
"Hay señales de disolución, una brecha está abierta", insistió. "El jefe está con muy buen humor, tiene un buen estado de ánimo y está con un excelente humor", declaró Musa Ibrahim, portavoz del gobierno, en una conferencia de prensa, precisando que Gadafi se encuentra aun en la capital libia y goza de "buena salud".
La AFP no pudo dar con el obispo de Trípoli, monseñor Giovanni Martinelli. Por su parte, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, anunció que pedirá el lunes a los jueces que emitan órdenes de captura contra "tres personas que parecen cargar con la mayor responsabilidad" en crímenes contra la humanidad cometidos en Libia desde que estalló la revuelta el 15 de febrero.
En Estados Unidos, el jefe de la diplomacia de la rebelión, Mahmud Jibril, será recibido el viernes en la Casa Blanca por el consejero del presidente Barack Obama para la seguridad nacional, Tom Donilon. Jibril espera sobre todo un reconocimiento oficial de Estados Unidos.
De momento, sólo Francia, Qatar, Italia, Gambia y desde el jueves Gran Bretaña reconocen al Consejo Nacional de Transición (CNT) como único representante legítimo de Libia.
El sábado el presidente francés Nicolas Sarkozy recibirá a Jibril en la sede de la presidencia para una reunión de situación, indicó la presidencia.
Esta ofensiva diplomática se produce en momentos en que los rebeldes, impulsados por su éxito militar en el aeropuerto de Misrata (oeste), se disponen a avanzar hacia Zliten, con Trípoli, situada 200 km al oeste, en su línea de mira.
Sitiados y bombardeados durante más de dos meses en Misrata, los rebeldes, respaldados por los bombardeos de la OTAN, lograron tomar el aeropuerto y hacer retroceder lo suficiente a las fuerzas de Gadafi como para que esta gran ciudad costera está fuera del alcance de sus cohetes.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estimó que unas 1.200 personas que huyeron de Libia podrían haber muerto en el mar Mediterráneo, y dio cuenta de testimonios sobre buques militares que se negaron a socorrer un barco a la deriva.
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