“SI ALGÚN OFICIAL ESTÁ EN LA MAFIA CARCELARIA TENDRÁ QUE RESPONDER”
ESPECIAL CIUDAD CCS . –¿Cómo van los preparativos de las grandes conmemoraciones del 5 de julio?
–Será un desfile de pueblo y Fuerza Armada, muy vistoso, donde vamos a presentar por primera vez nuestras armas de origen ruso, en especial tanques, equipos de artillería y defensa aérea. Estamos muy entusiasmados con las celebraciones y rogando que nuestro comandante en jefe pueda estar presente, pidiéndole al Señor que se recupere rápido. Yo hablo todas las mañanas con él para reportarle novedades y puedo decir que está en franca recuperación.
–A propósito de los movimientos de las tropas y los equipos para el desfile y de la ausencia del Presidente, han surgido muchos rumores. ¿Cómo están los “calientaorejas”?
–Hay gente a la que el cerebro no le da sino para las cosas maléficas y aprovechan estos momentos para causar desasosiego, desequilibrio, buscar el bochinche, alterar el orden público aprovechando que el comandante en jefe no está. Nosotros ratificamos que estamos bien pendientes de todo. Afortunadamente nuestra inteligencia está funcionando bien y hemos podido picarles adelante. Con lo del movimiento de material militar para Caracas comenzaron a decir que hay ruido. Son los agoreros de siempre, los malintencionados que quieren causar zozobra. No lo van a lograr, gracias a Dios. Han tratado de aprovechar cualquier oportunidad: las cárceles, los médicos… pero no han podido cristalizar en nada. Han sido infructuosos todos los intentos de estas personas que bien las conocemos. Y no van a poder porque, además, está la Fuerza Armada al lado de este pueblo para que, en caso de que quieran echar broma, saldremos a restablecer el orden constitucional.
–Los comentaristas callejeros dicen que le cambiaron el piso a Los Próceres porque los tanques rusos pesan mucho y preguntan qué va a pasar cuando recorran otras vías del país. De allí surge una interrogante más general: ¿Esos nuevos equipos son, ciertamente, los más apropiados para nuestras necesidades militares?
–No se cambió el piso para que soporte el peso de los tanques, sino porque estaba deteriorado después de más de 50 años de construido. Estos equipos son comprados obedeciendo a estudios que hemos hecho. Estamos transformando la Fuerza Armada, pero no de una manera loca y necesitamos el equipamiento idóneo para eso y de allí las compras que hemos hecho. No son para meternos con nadie, nada de eso, pero tenemos el derecho y el deber constitucional de estar preparados para la defensa de un país cada vez más acechado y codiciado por sus riquezas.
–Hablando de rumores, ¿qué balance hace del proceso de integración de la Milicia Nacional Bolivariana a la estructura de la institución militar?
–Eso ha sido un éxito importantísimo en la transformación de la institución. Hay que explicarle a los sabihondos que la Milicia no es un componente más sino un complemento de la Fuerza Armada. Para nosotros ha sido una experiencia bien importante y cada día la Milicia toma más valor y la utilizamos más en tareas de seguridad.
–El tema de la conversión de los suboficiales en oficiales técnicos generó turbulencia, al menos entre los militarólogos y quién sabe si entre los militares. ¿Ya se ha asimilado el cambio?
–Los cambios siempre traen resistencia, en todas partes, pero acá lo hemos llevado con mucho trabajo, concientizando a nuestros profesionales y los resultados han sido bien positivos. Eso es una superación más que nos potencia a todos porque somos una gran familia y el crecimiento, el avance de uno de sus miembros es motivo de satisfacción para todos.
“EJERCEREMOS EL GOBIERNO EN LAS CÁRCELES”
–Usted ha dicho que hay oficiales retirados involucrados en la situación de El Rodeo, ¿cómo es posible que oficiales retirados tengan ese nivel de influencia? ¿No hay gente activa en eso?
–Ese es un caso que puse como ejemplo, un oficial que estaba activo cuando introdujo una cantidad de armas en uno de los penales y luego solicitó la baja… claro, debe haberse ganado un dineral. Ya sabemos quién es la persona, la mandamos a ubicar. Y cualquier otro oficial que esté involucrado lo vamos a investigar y vamos a ir hasta el final, sea quien sea, pero nosotros tenemos que acabar de una vez con las mafias carcelarias, tanto adentro como afuera. Llegó el momento de limpiar las cárceles. Tenemos logros, pero todavía son pocos al lado de todo lo que estamos viendo a diario. Si este gobierno ha tenido la fortaleza de transformar a Petróleos de Venezuela, a la propia Fuerza Armada, ¿por qué no vamos a poder hacerlo en las cárceles? Tenemos, de una vez por todas, que ejercer el gobierno en las cárceles. Lo que da es indignación ver que el Estado no haya podido actuar allí y establecer el orden.
–En el caso particular de su despacho, ¿se prevé algún tipo de investigación específica en la Guardia Nacional Bolivariana, que, como se sabe es un organismo de custodia de los penales?
–El que salga señalado en estas investigaciones tiene que responder, compadre. Tendrá que explicar sus acciones. Nosotros tenemos la suficiente moral para enfrentar todo lo que pase. No tendremos contemplaciones con los inmorales que estén involucrados.
–Se dice que los reclusos tienen incluso una .50 (un arma capaz de perforar algunos tipos de blindado). Usted que es artillero ¿lo considera posible o son exageraciones?
–Puede que sean habladurías, esperemos a entrar a ver qué es lo que tienen en realidad. No debe sorprendernos nada, pero lo que sí puedo decir es que si tienen una .50 no es de la Fuerza Armada, a nosotros no se nos ha perdido ninguna. Si la tienen, la trajeron de otra parte.
Dispuesto a echarle pichón
El general en jefe Carlos José Mata Figueroa nació en Pedregales, pueblo vecino de Juan Griego en el municipio Gaspar Marcano de la isla de Margarita. Tiene 53 años de edad y 31 de carrera profesional en la Fuerza Armada. Pertenece al arma de Artillería y recorrió los cargos más importantes en la estructura militar hasta llegar, en febrero de 2010, al despacho de la Defensa.
Testigo de los cambios en la institución, se expresa con pasión acerca de la nueva doctrina militar. “Es nuestra, no copiada de otros países como la que tuvimos por tantos años, que era gringa. Somos un Ejército victorioso que escribió páginas de gloria en la historia venezolana y de Suramérica. De ahí, de lo que nos dejaron nuestros indígenas y grandes hombres viene nuestra inspiración y recogiendo ese legado nos convencimos de que no tenemos que copiarnos de nadie”, dice.
El final de la entrevista fue la oportunidad para “disparar” una pregunta apuntando no al artillero general en jefe, sino al hombre de Pedregales:
–Se le menciona como posible candidato a la gobernación de Nueva Esparta. Ciertos analistas dicen que allá no gana el PSUV ni que postule a la Virgen del Valle. ¿Está dispuesto a enfrentar un reto tan difícil?
–Bueno, yo soy un soldado con unos cuantos años sirviéndole a mi patria. Ahorita soy un oficial activo y mi futuro depende de decisiones del comandante en jefe, pero estoy dispuesto a enfrentar la tarea que me asigne. Iré allí donde la Revolución crea que puedo ser útil al país. Donde se considere que puedo servir, vamos a echarle pichón, compañero.
CLODOVALDO HERNÁNDEZ/ FOTO J. CASTILLO
–Será un desfile de pueblo y Fuerza Armada, muy vistoso, donde vamos a presentar por primera vez nuestras armas de origen ruso, en especial tanques, equipos de artillería y defensa aérea. Estamos muy entusiasmados con las celebraciones y rogando que nuestro comandante en jefe pueda estar presente, pidiéndole al Señor que se recupere rápido. Yo hablo todas las mañanas con él para reportarle novedades y puedo decir que está en franca recuperación.
–A propósito de los movimientos de las tropas y los equipos para el desfile y de la ausencia del Presidente, han surgido muchos rumores. ¿Cómo están los “calientaorejas”?
–Hay gente a la que el cerebro no le da sino para las cosas maléficas y aprovechan estos momentos para causar desasosiego, desequilibrio, buscar el bochinche, alterar el orden público aprovechando que el comandante en jefe no está. Nosotros ratificamos que estamos bien pendientes de todo. Afortunadamente nuestra inteligencia está funcionando bien y hemos podido picarles adelante. Con lo del movimiento de material militar para Caracas comenzaron a decir que hay ruido. Son los agoreros de siempre, los malintencionados que quieren causar zozobra. No lo van a lograr, gracias a Dios. Han tratado de aprovechar cualquier oportunidad: las cárceles, los médicos… pero no han podido cristalizar en nada. Han sido infructuosos todos los intentos de estas personas que bien las conocemos. Y no van a poder porque, además, está la Fuerza Armada al lado de este pueblo para que, en caso de que quieran echar broma, saldremos a restablecer el orden constitucional.
–Los comentaristas callejeros dicen que le cambiaron el piso a Los Próceres porque los tanques rusos pesan mucho y preguntan qué va a pasar cuando recorran otras vías del país. De allí surge una interrogante más general: ¿Esos nuevos equipos son, ciertamente, los más apropiados para nuestras necesidades militares?
–No se cambió el piso para que soporte el peso de los tanques, sino porque estaba deteriorado después de más de 50 años de construido. Estos equipos son comprados obedeciendo a estudios que hemos hecho. Estamos transformando la Fuerza Armada, pero no de una manera loca y necesitamos el equipamiento idóneo para eso y de allí las compras que hemos hecho. No son para meternos con nadie, nada de eso, pero tenemos el derecho y el deber constitucional de estar preparados para la defensa de un país cada vez más acechado y codiciado por sus riquezas.
–Hablando de rumores, ¿qué balance hace del proceso de integración de la Milicia Nacional Bolivariana a la estructura de la institución militar?
–Eso ha sido un éxito importantísimo en la transformación de la institución. Hay que explicarle a los sabihondos que la Milicia no es un componente más sino un complemento de la Fuerza Armada. Para nosotros ha sido una experiencia bien importante y cada día la Milicia toma más valor y la utilizamos más en tareas de seguridad.
–El tema de la conversión de los suboficiales en oficiales técnicos generó turbulencia, al menos entre los militarólogos y quién sabe si entre los militares. ¿Ya se ha asimilado el cambio?
–Los cambios siempre traen resistencia, en todas partes, pero acá lo hemos llevado con mucho trabajo, concientizando a nuestros profesionales y los resultados han sido bien positivos. Eso es una superación más que nos potencia a todos porque somos una gran familia y el crecimiento, el avance de uno de sus miembros es motivo de satisfacción para todos.
“EJERCEREMOS EL GOBIERNO EN LAS CÁRCELES”
–Usted ha dicho que hay oficiales retirados involucrados en la situación de El Rodeo, ¿cómo es posible que oficiales retirados tengan ese nivel de influencia? ¿No hay gente activa en eso?
–Ese es un caso que puse como ejemplo, un oficial que estaba activo cuando introdujo una cantidad de armas en uno de los penales y luego solicitó la baja… claro, debe haberse ganado un dineral. Ya sabemos quién es la persona, la mandamos a ubicar. Y cualquier otro oficial que esté involucrado lo vamos a investigar y vamos a ir hasta el final, sea quien sea, pero nosotros tenemos que acabar de una vez con las mafias carcelarias, tanto adentro como afuera. Llegó el momento de limpiar las cárceles. Tenemos logros, pero todavía son pocos al lado de todo lo que estamos viendo a diario. Si este gobierno ha tenido la fortaleza de transformar a Petróleos de Venezuela, a la propia Fuerza Armada, ¿por qué no vamos a poder hacerlo en las cárceles? Tenemos, de una vez por todas, que ejercer el gobierno en las cárceles. Lo que da es indignación ver que el Estado no haya podido actuar allí y establecer el orden.
–En el caso particular de su despacho, ¿se prevé algún tipo de investigación específica en la Guardia Nacional Bolivariana, que, como se sabe es un organismo de custodia de los penales?
–El que salga señalado en estas investigaciones tiene que responder, compadre. Tendrá que explicar sus acciones. Nosotros tenemos la suficiente moral para enfrentar todo lo que pase. No tendremos contemplaciones con los inmorales que estén involucrados.
–Se dice que los reclusos tienen incluso una .50 (un arma capaz de perforar algunos tipos de blindado). Usted que es artillero ¿lo considera posible o son exageraciones?
–Puede que sean habladurías, esperemos a entrar a ver qué es lo que tienen en realidad. No debe sorprendernos nada, pero lo que sí puedo decir es que si tienen una .50 no es de la Fuerza Armada, a nosotros no se nos ha perdido ninguna. Si la tienen, la trajeron de otra parte.
Dispuesto a echarle pichón
El general en jefe Carlos José Mata Figueroa nació en Pedregales, pueblo vecino de Juan Griego en el municipio Gaspar Marcano de la isla de Margarita. Tiene 53 años de edad y 31 de carrera profesional en la Fuerza Armada. Pertenece al arma de Artillería y recorrió los cargos más importantes en la estructura militar hasta llegar, en febrero de 2010, al despacho de la Defensa.
Testigo de los cambios en la institución, se expresa con pasión acerca de la nueva doctrina militar. “Es nuestra, no copiada de otros países como la que tuvimos por tantos años, que era gringa. Somos un Ejército victorioso que escribió páginas de gloria en la historia venezolana y de Suramérica. De ahí, de lo que nos dejaron nuestros indígenas y grandes hombres viene nuestra inspiración y recogiendo ese legado nos convencimos de que no tenemos que copiarnos de nadie”, dice.
El final de la entrevista fue la oportunidad para “disparar” una pregunta apuntando no al artillero general en jefe, sino al hombre de Pedregales:
–Se le menciona como posible candidato a la gobernación de Nueva Esparta. Ciertos analistas dicen que allá no gana el PSUV ni que postule a la Virgen del Valle. ¿Está dispuesto a enfrentar un reto tan difícil?
–Bueno, yo soy un soldado con unos cuantos años sirviéndole a mi patria. Ahorita soy un oficial activo y mi futuro depende de decisiones del comandante en jefe, pero estoy dispuesto a enfrentar la tarea que me asigne. Iré allí donde la Revolución crea que puedo ser útil al país. Donde se considere que puedo servir, vamos a echarle pichón, compañero.
CLODOVALDO HERNÁNDEZ/ FOTO J. CASTILLO
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