La Ley contempla procedimientos antes de la interceptación, persuasión o
inutilización, siendo el objetivo la asistencia de las aeronaves bajo
la presunción que presentan algún desperfecto.
Con el objetivo de resguardar el territorio venezolano, la Asamblea
Nacional (AN) sancionó la Ley de Control para la Defensa Integral del
Espacio Aéreo. El proyecto fue realizado por la Comisión de Defensa y
Seguridad y presentado a la plenaria por el presidente de la instancia,
William Fariñas. El organismo encargado para aplicar los procedimientos,
es el Comando Estratégico Operacional, a través del Comando de la
Defensa Aeroespacial Integral. El estatuto de defensa que consta de 12
artículos, una disposición transitoria y una final, fue remitida a
Miraflores para su promulgación.
La ley indica que el procedimiento de inutilización es "la acción autorizada mediante la cual la aeronave militar interceptora o los sistemas de armas de la defensa aérea integral, impiden la operación de la aeronave declarada hostil". Como persuasión se establece la "acción mediante la cual la aeronave militar interceptora ejecuta maniobras en vuelo con la finalidad de propiciar el aterrizaje de la aeronave hostil en un aeródromo designado para la respectiva inspección por las autoridades competentes.
Asimismo, se entiende por aeronave hostil, toda aquella que se desplace por el espacio aéreo "infringiendo las disposiciones relativas a la circulación aérea previstas en la Ley o cuando existan motivos suficientes que permitan presumir que dicha aeronave está siendo utilizada con propósitos distintos a los autorizados".
Por otra parte, la inmovilización es "la acción autorizada ejecutada por una aeronave militar, que mediante el empleo de los sistemas de armas de la defensa aérea integral procura inutilizar o impedir la operación de una aeronave declarada hostil que haya aterrizado".
¿Por qué proteger el espacio aéreo?
La región Latinoamericana constituye un espacio estratégico tanto para EEUU como para el resto de los países industrializados, cuyos mercados están monopolizados por transnacionales de consumo y de finanzas que, por la insostenibilidad del sistema económico capitalista, provocan crisis cíclicas que desploman en un efecto dominó a sus economías.
Por esta razón, EEUU ha dedicado décadas del siglo XX y XXI a tratar de neocolonizar a América Latina a través de tratados de libre comercio y golpes de Estado que permitan asentamientos de bases militares para asegurar el control estadounidense sobre recursos no renovables, materias primas, territorios vírgenes e instancias políticas y económicas de los gobiernos locales.
En Centroamérica, EEUU posee una estructura militar sólida gracias a las bases de Soto Cano en Honduras, Panamá (base aérea y terrestre), Comalapa de El Salvador y Liberia en Costa Rica. En el Caribe están activas: Reina Beatriz en la isla de Aruba; Hato en Curazao; Vieques en Puerto Rico y Guantánamo en Cuba. También existen bases en Jamaica, desde donde salen vuelos de espionaje a Colombia y Venezuela.
El Sistema Andino, constituido por Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia y Perú; y la región del Cono Sur (Paraguay, Brasil, Argentina, Uruguay y Chile), conforman el territorio con mayor cantidad de población y dificulta la consolidación del dominio imperialista sobre ellos. Aquí se encuentran grandes recursos de hidrocarburos y acuíferos. Existen nueve bases reconocidas, con miras a expandirse mediante el ejercicio de presión contra gobiernos locales con la excusa de combatir las drogas y ayudar a las regiones más pobres: en Ecuador opera Manta (base aérea); en Perú se hallan las bases de Iquitos, Santa Lucía y Nanay; mientras en Colombia se establecieron las bases de Tres Esquinas (base aérea), Larandia, Puerto Leguizamó, Leticia; y en Bolivia maniobra la base Chaparé.
La región sur está dominada por la Base Militar Dr. Luis María Argana Mariscal Estigarribia (Paraguay) y en Argentina, por poseer tecnología nuclear, se establecieron bases de control especializadas como las estaciones sismológicas Paso Flores, Coronel Fontana CFA, Ushuaia USHA; las estaciones de radionúclidos Buenos Aires, Salta, Bariloche, Paso Flores Estación de vigilancia; las estaciones infrasónicas Paso Flores y Ushuaia.
Países libres de bases militares gringas
Por otra parte Chile, uno de los aliados más leales del proyecto imperialista, no cuenta con bases militares pero son permanentemente dotados de tecnología militar estadounidense. Brasil no tiene bases militares en su territorio pero ha incrementado sus gastos de defensa para renovar todo su material bélico.
Aunque en Venezuela no hay bases militares, EEUU realiza vuelos en territorio venezolano al considerarlo una amenaza, no solo por la excusa de las FARC, sino por sus recursos naturales. Un informe del Comando Sur estadounidense expresó: "Nuestros radares en la frontera con Colombia, Jamaica, Keywest -Cayo Hueso, Florida- y la isla de Granada muestran un incremento considerable de tránsito aéreo entre Cuba y Venezuela. Sugiero al Señor Jefe de Estado Mayor el aumento de las horas de vuelo de los Orión y de los Hawkeye estacionados en Jamaica para un control más efectivo de estos desplazamientos”.
La ley indica que el procedimiento de inutilización es "la acción autorizada mediante la cual la aeronave militar interceptora o los sistemas de armas de la defensa aérea integral, impiden la operación de la aeronave declarada hostil". Como persuasión se establece la "acción mediante la cual la aeronave militar interceptora ejecuta maniobras en vuelo con la finalidad de propiciar el aterrizaje de la aeronave hostil en un aeródromo designado para la respectiva inspección por las autoridades competentes.
Asimismo, se entiende por aeronave hostil, toda aquella que se desplace por el espacio aéreo "infringiendo las disposiciones relativas a la circulación aérea previstas en la Ley o cuando existan motivos suficientes que permitan presumir que dicha aeronave está siendo utilizada con propósitos distintos a los autorizados".
Por otra parte, la inmovilización es "la acción autorizada ejecutada por una aeronave militar, que mediante el empleo de los sistemas de armas de la defensa aérea integral procura inutilizar o impedir la operación de una aeronave declarada hostil que haya aterrizado".
¿Por qué proteger el espacio aéreo?
La región Latinoamericana constituye un espacio estratégico tanto para EEUU como para el resto de los países industrializados, cuyos mercados están monopolizados por transnacionales de consumo y de finanzas que, por la insostenibilidad del sistema económico capitalista, provocan crisis cíclicas que desploman en un efecto dominó a sus economías.
Por esta razón, EEUU ha dedicado décadas del siglo XX y XXI a tratar de neocolonizar a América Latina a través de tratados de libre comercio y golpes de Estado que permitan asentamientos de bases militares para asegurar el control estadounidense sobre recursos no renovables, materias primas, territorios vírgenes e instancias políticas y económicas de los gobiernos locales.
En Centroamérica, EEUU posee una estructura militar sólida gracias a las bases de Soto Cano en Honduras, Panamá (base aérea y terrestre), Comalapa de El Salvador y Liberia en Costa Rica. En el Caribe están activas: Reina Beatriz en la isla de Aruba; Hato en Curazao; Vieques en Puerto Rico y Guantánamo en Cuba. También existen bases en Jamaica, desde donde salen vuelos de espionaje a Colombia y Venezuela.
El Sistema Andino, constituido por Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia y Perú; y la región del Cono Sur (Paraguay, Brasil, Argentina, Uruguay y Chile), conforman el territorio con mayor cantidad de población y dificulta la consolidación del dominio imperialista sobre ellos. Aquí se encuentran grandes recursos de hidrocarburos y acuíferos. Existen nueve bases reconocidas, con miras a expandirse mediante el ejercicio de presión contra gobiernos locales con la excusa de combatir las drogas y ayudar a las regiones más pobres: en Ecuador opera Manta (base aérea); en Perú se hallan las bases de Iquitos, Santa Lucía y Nanay; mientras en Colombia se establecieron las bases de Tres Esquinas (base aérea), Larandia, Puerto Leguizamó, Leticia; y en Bolivia maniobra la base Chaparé.
La región sur está dominada por la Base Militar Dr. Luis María Argana Mariscal Estigarribia (Paraguay) y en Argentina, por poseer tecnología nuclear, se establecieron bases de control especializadas como las estaciones sismológicas Paso Flores, Coronel Fontana CFA, Ushuaia USHA; las estaciones de radionúclidos Buenos Aires, Salta, Bariloche, Paso Flores Estación de vigilancia; las estaciones infrasónicas Paso Flores y Ushuaia.
Países libres de bases militares gringas
Por otra parte Chile, uno de los aliados más leales del proyecto imperialista, no cuenta con bases militares pero son permanentemente dotados de tecnología militar estadounidense. Brasil no tiene bases militares en su territorio pero ha incrementado sus gastos de defensa para renovar todo su material bélico.
Aunque en Venezuela no hay bases militares, EEUU realiza vuelos en territorio venezolano al considerarlo una amenaza, no solo por la excusa de las FARC, sino por sus recursos naturales. Un informe del Comando Sur estadounidense expresó: "Nuestros radares en la frontera con Colombia, Jamaica, Keywest -Cayo Hueso, Florida- y la isla de Granada muestran un incremento considerable de tránsito aéreo entre Cuba y Venezuela. Sugiero al Señor Jefe de Estado Mayor el aumento de las horas de vuelo de los Orión y de los Hawkeye estacionados en Jamaica para un control más efectivo de estos desplazamientos”.
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