EZEQUIEL ZAMORA, EL GENERAL DEL PUEBLO
Zamora nació en Cúa, estado Miranda de Alejandro Zamora y Paula Correa. Su familia era de las que el historiador Laureano Vallenilla Lanz denomina “blancos de orilla”(1),
estrato social colonial conformado por blancos venezolanos que se
encontraban por debajo de los blancos mantuanos y por lo tanto no
pertenecían a la élite criolla.(2) Tuvo 2 hermanos, Antonio José y Gabriel, y tres hermanas, Carlota, Genoveva y Raquel. El esposo de Carlota, Juan Cáspers, se encargó de la manutención de Zamora tras la muerte de su padre en 1821. (3)
Estudió primaria en Caracas en los años después de la independencia, pero fue mayormente autodidacta. A los veintiún años se estableció en Villa de Cura como vendedor de ganado y otros insumos agropecuarios, negocio en el que prosperó y hasta hizo uso de la Ley de Libertad de Contratos de 1834 para exigir pagos por parte de sus deudores.(4) Para 1846 su capital ascendía a unos 15.000 pesos,(5) y quizás por esto durante la insurrección de Villa de Cura en junio de 1844, acaudillada por Juan Silva, y la de Orituco en septiembre del mismo año, encabezada por Juan Celestino Centeno, Zamora se unió a las tropas del gobierno en la sangrienta aniquilación de estos movimientos precursores de la Guerra Federal.(6)
Según John Lynch en “Caudillos in Spanish America, 1800-1850”,
Zamora no se unió a estas insurrecciones porque a pesar que los
liberales proponían políticas con las que pudo haber estado de acuerdo
(abolición de la esclavitud, alternabilidad de los empleos públicos, y
la abolición de la ley del 10 de abril de 1834, entre otras), consideraba a Antonio Leocadio Guzmán
un populista que no era sincero con lo que proponía, y que estaba
utilizando el descontento generalizado de la población venezolana para
ganar adeptos para su propia agenda política. (7) Esto a pesar de que era abanderado del Gran Partido Liberal desde su creación en 1840 y que su figura era conocida en los Valles de Aragua como servidor de los intereses del pueblo.(8)
Debido a su popularidad, en las elecciones municipales de 1846 Zamora se presentó como candidato a Elector por el cantón de Villa de Cura por el Partido Liberal,
pero sus votos fueron anulados fraudulentamente por la Asamblea
Parroquial. Ese día Zamora atacó a uno de los conjueces y fue arrestado,
y aunque fue liberado días después, esta experiencia lo convenció de
que para los cambios que requería el país se necesitaba más que acción
política.(9)
Este fraude causó que se sublevaran facciones liberales con el apoyo del campesinado y otras clases populares, por lo que Antonio Leocadio Guzmán propuso una reunión con José Antonio Páez en La Victoria
para llegar a un acuerdo. Este esfuerzo diplomático, sin embargo, llegó
demasiado tarde y fue rechazado por alzamientos campesinos como el de Francisco José Rangel el 1 de septiembre,
en el que asesinaron a terratenientes oligarcas, liberaron a los
esclavos y quemaron los títulos de las haciendas. Dando vivas a Guzmán,
Venezuela libre, y pidiendo la muerte de los oligarcas, Rangel invadió Güigüe la noche del 2; su plan era encontrarse con Guzmán en La Victoria y acompañarlo a Caracas
para que se tomase el poder. Zamora ofreció lo mismo a Guzmán, pero
cuando este no le respondió, abandonó La Victoria y junto a otros
caudillos reclutó peones, esclavos fugitivos y campesinos sin tierras y
los armó con machetes, escopetas, lanzas, garrotes y comenzó una guerra
de guerrillas en los alrededores de Caracas.(10)
En estas circunstancias, Páez paso de mediador a Jefe del Ejército para defender el status quo y Guzmán fue encarcelado por conspiración el 4 de octubre en Caracas. El 1 de junio
del año siguiente, la Corte Suprema confirmó la sentencia de muerte
pronunciada por la Corte Superior, pero al día siguiente el Presidente
Monagas le conmutó la pena por expulsión perpetua del territorio de la
República.(11)
Vida Militar
El 8 de septiembre de 1846, tras pagar sus deudas y vender las existencias de su negocio,(12) Zamora se alzó en Guambra, un paraje a orillas del río Guárico, en Villa de Cura, y declaró la guerra al gobierno conservador para "crear una era de felicidad para el pueblo".(13)
Al día siguiente se reunió con Rangel en la montaña de Las Mulas, donde
este y sus hombres lo auparon como líder del partido liberal(14), lo nombraron General y a Rangel Coronel.
Con este grupo revolucionario Zamora se puso en contacto otros
grupos pro-liberales del país y se dedicó a reunir armas, más que todo
robadas de haciendas o de tropas del gobierno. Para reunir más hombres,
coordinó el reclutamiento y entrenamiento de sublevados y bandidos para
entrenarlos como soldados del "Ejercito del Pueblo Soberano", bajo la
bandera de guerra a la oligarquía, elecciones populares, tierra y
libertad.(15)
Con este grupo Zamora organizó un primer Estado Mayor organizado de la
siguiente manera: Jefe del Pueblo Soberano, Ezequiel Zamora; Coronel Francisco José Rangel; Coronel Manuel Ibarra, Jefe de Estado Mayor; Coronel Juan Evangelista Cabezas; Coronel Segundo Martínez; Comandante José Bernardo Masabé, Secretario de Estado Mayor; Comandante José Brandford, Comisario de Guerra.(16)
En los días siguientes, Zamora y su ejército se fueron hacia San Francisco de Tiznado,
donde Zamora arengó a sus hombres a una lucha por un país de iguales,
con los mismos privilegios, sin ricos ni pobres, y prometiendo que la
tierra sería para todos tras acabar con el gobierno de Carlos Soublette y cortar la cabeza a los oligarcas que se opusieran.(17)
A nivel oficial este entusiasmo fue recibido con gran alarma ya
que desde el levantamiento de Rangel los aliados comerciales de
Venezuela en el exterior veían la situación como extremadamente volátil.(18) Esto llevó al gobierno a prepararse y vencerlos, ya que a pesar que Zamora ocupó varios pueblos cercanos a Tiznado, y el innegable efecto que habían tenido en el país, sus tropas eran tan débiles como su ideología.(19)
Zamora salió de Tiznado el 26 de septiembre de 1846, y el 28 pernoctó en un lugar llamado Laguna de Piedra, a la margen izquierda del río Tiznados.
Zamora acampó allí porque el río se había desbordado y suponía que no
podía pasarlo ninguna fuerza. Pero el militar enviado por Páez a
atacarlo, el Comandante de Operaciones de los Llanos Coronel Francisco Guerrero, era un veterano de la Independencia y no tardó en acabar los alzados. En el mismo río que creyeron una defensa, Manuel Ibarra
y una centena de hombres se ahogaron en la retirada, tras un ataque tan
sangriento que Guerrero reportó que no se tomaron prisioneros.(20)
Zamora junto a Rangel huyeron de nuevo a Las Mulas, y tras un viaje clandestino a Caracas para conseguir apoyo en noviembre de 1846, ya tenían un ejército de 1300 hombres. Para destruirlo, Páez envío al Coronel Dionisio Cisneros, pero Rangel y Zamora vencieron a las fuerzas de Páez el 28 de noviembre en la batalla de Los Bagres, cerca de Villa de Cura, y después en la batalla de La Culebra, el 24 de febrero de 1847. Cisneros, acusado de haber ayudado a la causa de los alzados, fue fusilado el 13 de enero a las 11 de la mañana en la plaza de Villa de Cura. (21)
Durante este tiempo, Zamora demostró que aunque su revolución
prometía igualdad, esta solo era para los liberales. Las haciendas que
se destruían y los esclavos que se reclutaban invariablemente eran de
los conservadores, contra quienes se cometían desmanes que causaron la
reacción de Caracas, (22)
donde hasta se propuso una política de terror contra la población,
quemando propiedades y destruyendo familias para evitar que fueran
aprovechadas por Zamora.(23)(24)
Estas medidas fueron rechazadas por Páez, que con el tiempo,
experiencia, y superioridad numérica, capturó a Zamora y Rangel tras
derrotarlos en el combate de Pagüito, en los llanos de Caracas el 1 de marzo de 1847. En la huida, Rangel fue hallado mal herido y fue rematado el 14 de marzo. El cadáver se llevó a Villa de Cura, le cortaron la cabeza y la enviaron a Caracas en una jaula.(25)
En su propia huida, Zamora cayó enfermo, fue capturado y llevado a Villa de Cura. El 27 de julio
siguiente fue condenado a muerte por los tribunales locales. En el
juicio que prosiguió, Zamora se defendió definiéndose como un radical en
vez de un revolucionario(26)
y negó algunas de las políticas que había prometido llevar a cabo (como
repartir la tierra de los oligarcas entre los pobres) diciendo que esos
eran los objetivos de Rangel.(27) Su captura, sin embargo, coincidió con la llegada a la presidencia de José Tadeo Monagas el 20 de enero anterior, quien consideró de barbaridad(28) el envío de la cabeza de Rangel y le rebajó la pena a Zamora a 10 años de prisión.(29) Zamora escapó poco después y se refugio en la hacienda de un amigo en los alrededores de Caracas, pero el 24 de enero de 1848, Monagas le encargó organizar un batallón en Villa de Cura
para defenderse de los ataques de la oligarquía que pretendía
destituirlo. Así, Zamora inicia su carrera militar, participando en
campañas contra los oligarcas en los llanos, en el Zulia y Mérida, entre 1848 y 1849.
Olvidado de los ideales que profesaba poco antes, Zamora se
dedicó a servir a Monagas, que era un virtual dictador. Todos sus
esfuerzos desvanecidos ya que ningún pobre recibió tierras por sus
acciones. En 1849 participó en la defensa contra la invasión conservadora, y cuando Páez fue derrotado, fue él quien lo escoltó a Caracas, salvándole la vida al entregarlo a la justicia.(30)
A partir de 1853 fue gobernador de Guayana en Ciudad Bolívar
y cuando recibió el decreto de abolición de la esclavitud firmado por
Monagas (25 de marzo de 1854), según Adolfo Rodríguez en su libro
"Ezequiel Zamora", mostró tanta emoción como con cualquier otro
documento oficial.(31)
Guerra Federal
En 1851,
después de sus éxitos en los años anteriores, Zamora fue nombrado
Coronel. En 1854 fue nombrado General de Brigada y en 1856 Comandante de
Armas de la Provincia de Cumaná.
Después de esto, Zamora se retiró temporalmente de la vida política por
diferencias con el gobierno liberal, se casó con Doña Estefanía de
Falcón, hermana de Juan Crisóstomo Falcón, y se fue a vivir a Coro con su esposa e hijos adoptivos. En 1858, asumió de manera provisional la Comandancia Militar de la Provincia de Paraguaná, último puesto oficial que tendría antes de la Guerra Federal.
Los gobiernos de los hermanos Monagas se caracterizaron por su
despotismo y nepotismo. Además el régimen era extraordinariamente
corrupto(32) y pretendía establecerse por siempre, por lo que cuando José Gregorio Monagas fue reelecto para un tercer término en 1857, se establecieron las condiciones para un contraataque por parte de los oligarcas.
Esto no fue fácil, a través del compadrazgo y la repartición de
fondos públicos, los Monagas se habían asegurado un fuerte apoyo de la
milicia, que había sido purgada de paecistas y que no perdía tiempo en
amenazar de muerte a los que se enfrentaban a la presidencia. Pero nada
detuvo numerosos levantamientos en 1953, 1954 y 1956(33),
y aunque los oligarcas aun se escudaban bajo la bandera de Páez, para
derrocar al primer presidente desde la independencia se decidieron por
un títere como Julián Castro.
Monagas fue finalmente derrocado el 15 de marzo de 1858, y se
comenzó una persecución de los líderes liberales. Zamora y Falcón, que
habían ido a Caracas a presentarse al Gobierno, les dieron ciudad por cárcel. El 7 de junio fueron desterrados del país.
En octubre de 1858 se constituyó la Junta Patriótica y se inició una rebelión encabezó Juan Crisóstomo Falcón. El 23 de febrero de 1859, en el marco de la Guerra Federal Zamora desembarcó procedente de Curazao en La Vela de Coro. Falcón lo nombró Jefe de Operaciones de Occidente, haciendo que Coro se constituyera en estado federal el 25 de febrero de 1859 y organizando un gobierno provisional de Venezuela el 26 de febrero de 1859.
El 23 de marzo triunfó en el encuentro de El Palito, a partir del cual planifica sus movimientos hacia los llanos occidentales. Tomó San Felipe el 28 de marzo y reorganizó la provincia como entidad federal con el nombre de estado Yaracuy. El 10 de diciembre de 1859, se desarrolló la batalla de Santa Inés, en la cual derrotó al ejército centralista; siendo considerada esta acción como fundamental en el proceso de la Guerra Federal. Después de Santa Inés, Zamora se dirigió hacia el centro del país a través de Barinas y Portuguesa, pero antes de aproximarse a Caracas, decidió asaltar la ciudad de San Carlos;
durante las acciones preliminares para la toma de la plaza, recibió un
balazo en la cabeza que le causó la muerte a los 42 años.
Antonio Guzmán Blanco,
quien estaba presente en el sitio, escribió que la última palabra de
Zamora fue un entrecortado "Ca…". Zamora, "cayó sin terminar de
articular la palabra, doblando las rodillas y descendiendo su cuerpo de
espaldas en mis brazos. Como, al sujetarle, vi que una bala le había
entrado por el ojo derecho y sentía el torrente de sangre ardiente que
le salía por el occipucio, bañándome el brazo izquierdo con que los
sujetaba, comprendí al instante, que era ya cadáver el héroe de
Tacasuruma, de Quisiro y El Palito, de San Lorenzo y Santa Inés, el
Corozo y Curubatí’ alma del, hasta entonces, victorioso Ejercito
Federal."(34)
Según Pablo González Casanova,
la bala que mató a Zamora fue disparada por un sargento G. Morón, quien
era espaldero de Falcón y estaba apostado en la torre de la iglesia con
su rifle.(35) Rumores de la época acusaban a Falcón de ser el responsable directo de la muerte de Zamora y según el jefe federal, Coronel Joaquín Rodríguez, Guzmán Blanco, molesto con Falcón en una ocasión, afirmó que este era responsable del asesinato.(36)(37) Pero Guzmán Blanco rechazó esta idea diciendo de un acusador "¡Como se conoce que este es un godo de cabo a rabo!"(38)
Sea como fuere lo cierto es que a su muerte, Guzmán Blanco
enterró el cuerpo en San Carlos, y ocultó el acontecimiento de las
tropas por un tiempo para evitar el pánico que podía causar la muerte
del líder más popular de la federación. Ya siendo presidente, ordenó el
traslado de los restos de Zamora al Panteón Nacional en Caracas,(39) donde reposan desde el 13 de noviembre de 1872. Irónicamente comparte una misma estructura con Juan Crisóstomo Falcón.
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